La comunidad educativa pastoral de la Milagrosa concluyó el tiempo Pascual con una emotiva celebración de dos pilares de nuestra fe: la venida del Espíritu Santo y la instauración de la Iglesia. Este encuentro fue una oportunidad para que estudiantes y funcionarios se sumergieran en la riqueza de los dones del Espíritu y reafirmaran el inicio de la misión evangelizadora de los apóstoles.
Durante el acto litúrgico, se revivieron estos acontecimientos trascendentales, que no solo son parte fundamental del proyecto educativo pastoral vicentino, sino también pilares del crecimiento personal y espiritual. La celebración sirvió como un recordatorio del poder transformador de los dones del Espíritu Santo: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
El mensaje central de esta fiesta fue una invitación a encender nuestras vidas con la llama del Espíritu y a llevar ese fuego a nuestros seres queridos. Se enfatizó que el fuego de Pentecostés, lejos de quemar, ilumina; lejos de destruir, enciende la vida. Es un llamado a que nuestras palabras, actitudes y sueños reflejen la luz y el calor de esta presencia divina en nuestro día a día.
Fuente: Área Comunicaciones
Fotografía: Área Comunicaciones
Video: Área Comunicaciones
Escuela La Milagrosa