Como cada 09 de mayo, nos reunimos comunidad de fe para celebrar la Fiesta de Santa Luisa de Marillac, mujer de profunda espiritualidad y de incansable entrega al servicio de los más pobres y necesitados. Su vida, marcada por la fe, la humildad y la caridad, es un ejemplo luminoso del amor hecho acción concreta.
Luisa fue instrumento de la Providencia para fundar la Compañía de las Hijas de la Caridad, una obra que transformó la manera de servir a los enfermos, a los pobres, a los marginados y a los niños y jóvenes, a quienes entregó educación integral como una forma de superar la pobreza. Hoy dimos gracias a Dios por su testimonio, por su valentía y por su compromiso incondicional con el Reino.
Pedimos al Señor la gracia de vivir como ella: con un corazón abierto, con manos dispuestas al servicio y una mirada atenta al sufrimiento de los demás. Que, como ella, también seamos testigos del amor de Dios en el mundo, encendiendo esperanza donde haya oscuridad y sembrando consuelo donde haya dolor.
Que su ejemplo nos acompañe y nos impulse cada día a ser discípulos verdaderos de la caridad.
Fuente: Área Comunicaciones
Fotografías: Área Comunicaciones
Video: Área Comunicaciones
Escuela La Milagrosa