En el Calendario litúrgico está inscrita, la celebración de la Fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, el jueves siguiente a la Solemnidad de Pentecostés.
Al celebrar de forma especial la santidad y belleza del Sacerdocio de Cristo en esta fiesta, se anima a los sacerdotes a vivir su sacerdocio ministerial.
Jesucristo es el único sacerdote, que con su sacrificio en la cruz, con su muerte y resurrección, con su ascensión e intercesión, nos ha salvado y abierto las puertas del cielo, instaurando la nueva alianza.
Cristo es ante todo mediador entre Dios y los hombres, y su mediación sacerdotal consiste en interceder en nuestro favor. Todos los miembros del Pueblo de Dios, por medio del bautismo, se hacen partícipes del sacerdocio de Cristo, para ofrecer a Dios un sacrificio espiritual y dar testimonio de Jesucristo ante los hombres.
Hijas de la Caridad